Según el
Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés) y otras Agencias de Salud como la
Organización Mundial de la Salud (
OMS), la
resistencia a antimicrobianos es una seria amenaza para la salud pública en Europa ya que conduce al
aumento de los costes relacionados con la salud, a los
fallos del tratamiento antibiótico y al a
umento de la morbi-mortalidad. Análisis conservadores previos del ECDC y de la
Agencia Europea de Medicamentos (EMA) (“
The bacterial challenge: time to react”) han estimado que
las infecciones causadas por un grupo de bacterias resistentes causan alrededor de 25.000 muertes en Europa al año y, además de estas muertes potencialmente evitables, el c
oste económico que se deriva para los sistemas de salud y la pérdida de productividad en Europa en al menos de
1500 millones de euros.